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Oda 28
3. Mi corazón es complacido y regocijado: como el bebé que se regocija en el vientre de su madre.
4. Yo creí, y por eso estuve en reposo; pues fiable es aquel en quién he creído.
5. Me ha bendecido generosamente y mi cabeza está con Él: y ni la espada ni la cimitarra me apartarán de Él.
6. Porque estoy preparado para cuando venga la destrucción, y he sido puesto en Sus inmortales alas.
7. Y Él me mostró Su signo y me dio de beber, y desde entonces la Vida es la Espíritu dentro de mí y no puede morir.
8. Aquellos que me vieron se maravillaron, porque fui perseguido, y ellos suponían que había sido devorado, y les parecía que estaba perdido.
9. Y mi opresión se transformó en mi salvación; y recibí desaprobación de ellos.
10. Porque hice el bien a todos los hombres fui odiado.
11. Y se acercaron rodeándome como perros rabiosos, que ignorantemente atacan a sus dueños.
12. Porque sus pensamientos están corrompidos y su entendimiento pervertido.
13. Pero yo estaba trayendo agua en mi mano derecha y la amargura de ellos resistí con mi dulzura.
14. Y no perecí, pues yo no era su hermano ni fue mi nacimiento como el de ello.
15. Y ellos buscaron mi muerte pero no lo consiguieron: pues yo era más antiguo que sus recuerdos.
16. Y en vano me atacaron y fueron tras de mí sin recompensa.
17. Pues inútilmente buscaban destruir el recuerdo de quién existía desde antes que ellos.
18. Porque los pensamientos del Altísimo no pueden ser anticipados; y Su corazón es superior a toda Sabiduría. Aleluya.
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