• Lo que se Oye

    Dos amigos caminaban por una calle concurrida y ruidosa de una ciudad soleada del sur de Francia.
    Uno de ellos preguntó: –¿Oyes el canto del grillo?
    –¿Con semejante ruido?, respondió el otro.
    El primero, un zoólogo, tenía el oído ejercitado para percibir los sonidos de la naturaleza. No contestó nada a su amigo; simplemente dejó caer una moneda. Enseguida varias personas se dieron la vuelta.
    –Oímos sólo lo que queremos oír, señaló él.

    Nuestro oído, demasiado a menudo aturdido de informaciones, ¿está ejercitado para escuchar la voz de Dios? Atrapados en un torbellino de actividades, corremos el riesgo de permanecer sordos a lo más importante.

    Pero, ¿Cómo habla Dios? Lo hace por medio de la naturaleza:
    “Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia
    la obra de sus manos… No hay lenguaje, ni palabras…
    Por toda la tierra salió su voz” (Salmo 19:1-4). :




    « »

  • Commentaires

    Aucun commentaire pour le moment



    Ajouter un commentaire

    Nom / Pseudo :

    E-mail (facultatif) :

    Site Web (facultatif) :

    Commentaire :