• El hierro, una vez convertido en oro merced al contacto con la piedra filosofal, podrá ser atesorado celosamente bajo tierra, o bien arrojado al montón de la desperdicios; pero siempre seguirá siendo oro y ya nunca volverá a su condición anterior. Ya sea habite en el tumulto de las grandes urbes o en la soledad del bosque, nada podrá contaminarlo.

     

     

    « »

  • Commentaires

    Aucun commentaire pour le moment



    Ajouter un commentaire

    Nom / Pseudo :

    E-mail (facultatif) :

    Site Web (facultatif) :

    Commentaire :