El placer

Todo el mundo realiza acciones que le provocan dolor, pero casi siempre son consideradas como errores y quien los cometió procura corregirlos y no caer de nuevo en su repetición. Porque cada uno de nosotros tiene la tendencia natural de evitar las situaciones que producen pena y buscan las que proporcionan placer. Comprobando que el aumento de la línea de partida depende fundamentalmente de los principios simples: Placer-Dolor. La línea de partida está en estrecha relación con el numero de máximos y me mínimos de una experiencia dada registrados en la memoria. El mejor método para aumentar el número de máximos registrados en la memoria es aumentar el número de experiencia s agradables. El sistema nervioso autónomo está en la raíz del bienestar humano, puesto que es el sistema que controla gran parte de las actividades de nuestro organismo. Mientras el sistema simpátino nervioso autónomo tiene a movilizar al organismo y a gastar las energías, el parasimpático la calma. Cundo el sistema límbico registra un placer que nos produce excitación estimula al sistema nervioso simpático (como ganar la lotería) el cual a su vez produce excitaciones en todo el organismo, la respiración se acelera, el corazón late apresuradamente, etc. Por otra parte cuando se registra placer que nos proporciona calma, activa el sistema parasimpático y entonces la respiración es regular y percibimos emociones que nos procuran la sensación de calma. En resumen, los estados de excitación son causa de gasto de energía y derroche de vitalidad, mientras que los estados derivados del disfrute de algo tiene a restaurar el equilibrio fisiológico. Los estados de excitación son necesarios de corta duración mientras que el disfrute de algo puede prolongarse mucho.

Para poder conservarnos en buena salud es necesarios que el organismo descanse después de un periodo de excitación, para que pueda restablecerse el equilibrio fisiológico. La excitación afecta el mecanismo primario que lleva a la tensión, pero cuando somos concientes no representa ninguna amenaza y percibimos la sensación de placer. Cuando el organismo no se concede el tiempo necesario para reponerse de fatiga ocasionada por la excitación, el estado inicial de excitación asociado con placer puede convertirse en cansancio y molestar asociados con depresión. El sistema limbico también puede ser causa de respuestas fisiológicas que se oponen a la fatiga.

Para reforzar la línea de partida necesitamos de ambos tipos de placer, el que no excita y el que nos produce un tranquilo disfruta de las cosas. Así como los placeres que producen excitaciones agregan intensividad a la vida, los que ocasionan deleite hacer posible que el estado de placer sea algo continuo y no rachas de corta duración. Para gozar de buena salud y de bienestar es preciso un equilibrio entre las dos formas fundamentales del placer: el violento y el goce tranquilo de las cosas. Un desequilibrio en cualquiera de las dos formas de goce inevitable eleva al sufrimiento, y para evitarlo es recios que tratemos de baloncear estos factores en nuestra vida, puesto que le desequilibrio por exceso de alguna de las formas de sentir placer nos provocará pesar. Las cosas excitantes lo aburren y los placeres que provocan calma y reposo están ocultados por el cansancio y la agitación. Un estado de tensión se genera cuando alguien es estimulado por encima del limite óptimo, y que por el contrario cuando el estímulo está por debajo de dicho limite la consecuencia es fastidio y aburrimiento. La mayor parte de las actividades cotidianas se encuentran claramente entre estos dos límites. Maharishi opina que el punto óptimo de temperatura mental se encuentra entre el estado de menor excitación del sistema nervioso. En tal estado la mente está despejada, el grado de comprensión que podemos lograr es superior, el pensamiento es más ordenado y la capacidad para lograd satisfacciones mayor. Cundo alguien debe soportar un estado aunque benigno pero crónico de angustia por semanas, meses, termina por adaptarse al mismo tal como adoptamos a un ruido molesto y persistente hasta llegar en ignorar su presencia. Todo el estado psicológico se adapta entonces a vivir constantemente en una situación y no nos percatamos de que hemos salido de los límites normales. Cundo alguien cae en estado crónico de sobreexcitación, su hipotalamo, y también su sistema nervioso, trabajan con un ritmo superior normal. En tales condiciones la capacidad para disfrutar del placer está reducida, prácticamente bloqueada, y llegando al otro extremo, en lo que se refiere al goce del placer, también la capacidad de disfrutar de los placeres del segundo tipo, o sea los que provocan excitación, se presenta alterada ( no interesa algo interesante). Un temperatura mental óptima requiere lo llamado por los fisiólogos equilibrio autónomo, o sea quien esté estimulado por una fuente de excitación muy fuerte puede conservar la capacidad de recuperarse dándole al sistema parasimpático la posibilidad de obtener la energía gastada por el sistema simpático durante la excitación. Disponer la buena estabilidad autónoma significa poseer la capacidad de disfrutar después de una fuerte emoción un placer de tipo tranquilo y de un modo poder reforzar la línea de partida de la felicidad. Cundo el flujo de la inteligencia creativa nos proporciona satisfacción y éxito, el balance autónomo del individuo aumenta y de este modo comienza un periodo de recuperación del agotamiento sufrido y un fortalecimiento de la línea de partida de la felicidad. Cada vez que alguien cae dentro del ciclo de tensión, se exacerba su temperatura mental y por consiguiente aumenta su estado de infelicidad. La temperatura mental elevada es síntoma de un estado patológico al que han llevado al neurótico de tipo medio la tensión nerviosa a la ansiedad, y por lo cual la temperatura mental elevada se vuelve crónica.

Una persona no puede sentirse feliz o infeliz, enojada, deprimida o dichosa, sin que su mente encuentre una explicación para el estado de humor en que se encuentra. Los recuerdos reprimidos hacen que la persona se encuentra en estado de leve depresión, leve, pero crónica, Cuando la gente ve todo oscuro y disgustante quizás esté en lo cierto desde su punto de vista, pero las sombras que se ven son reflejos de sus propios ojos desilusionados. Los verdades matices de la vida son delicadas y para observarlos se requiere una clara visión de las cosas. Sin embargo, cuando se cree una situación en la cual la tensión y el pesar son más fuertes de lo que estamos acostumbrados, la capacidad de la psiquis para reprimir y proyectar comienza a debilitarse y entonces es cuando se descubre que la causa de la propia infelicidad reside en nuestro propio organismo y la conducta que llevamos, Si estos síntomas resultan lo suficientemente graves entonces la persona coree en busca de ayuda. Todas las drogas (alcohol, fumar, medicamentos, comer) procuran un alivio momentáneo, pero sus efectos colaterales no permiten que se puede escapar del circulo de excitación y debilitan la línea de partida de felicidad. El modo de aumentar la propia capacidad de sentir placer y de reforzar la línea de partida de la felicidad simple: bajar la temperatura mental al nivel óptimo de la menor excitación.